Pedro Caixinha intenta darle vuelta al pésimo inicio de la temporada con Cruz Azul: sin goles en casa y ubicado en la zona baja de la tabla. Aunque su experiencia técnica más cercana tiene paralelismos con este arranque que asustan aún más a los seguidores de la Máquina Cementera.
Al luso le fue así en el Glasgow Rangers, histórico cuadro de la capital escocesa: Estuvo 7 meses en los Gers, y de los 26 partidos, ganó 16. Los números no eran tan malos: 63% de rendimiento, salvo por las formas: perdió de manera categórica los clásicos con el Celtic, o un revés inexcusable en la Europa League con el Progrés Niederkorn, elenco luxemburgués. Aquello fue visto por la dirigencia como una señal de debilidad.
“Pedro fue nombrado entrenador en marzo de este año, pero los resultados han sido decepcionantes y desproporcionados con respecto al nivel de inversión que se realizó”, dijeron en el club.
En su aventura, Caixinha apostó por dos mexicanos: Eduardo Herrera y el Gullit Peña. A este último lo repatrió para que llegara con él a Cruz Azul, lesionándose en la fecha 6. Y ninguno de los dos pudo demostrar sus pergaminos en Europa.
Antes en Qatar, tampoco las tuvo todas consigo: lideró a Al-Gharrafa sin poder llevarse el título pese a contar con uno de los mejores planteles del torneo árabe: su rendimiento fue de 33%: 56 puntos de 105 posibles.
+ Seis horas de sequía en casa
En México la situación no es sencilla. Pese al crédito que arrastraba por ser multicampeón con Santos Laguna, en el cuadro celeste las cosas no van bien: 33% de rendimiento en las primeras seis fechas y la hinchada haciéndose muchas preguntas: ¿soportará el técnico portugués otra jornada con esta presión?