Juan Escobar (Luque, Paraguay 1995) empezó siendo delantero en un equipo pequeño de su ciudad natal. Por esos contratiempos que terminan generando cambios trascendentales, su posición en el campo fue retrasada hasta la zona de volantes porque llegó tarde a un partido después de perder el autobús que lo llevaba.

Su entrenador de entonces, le recomendó jugar como defensor central. "Eres rápido, fuerte, y sabes saltar y ubicarte", le dijo. Haciendo caso a los consejos de su maestro, Escobar se graduó como zaguero y pronto comenzaría a despuntar en el Sportivo Luqueño, equipo que lo hizo debutar en la Primera División del futbol de Paraguay.

De allí pasó a un grande del país suramericano, Cerro Porteño, equipo con quien llegó a jugar la Copa Libertadores de América. Fue tal su despliegue en el torneo, que desde Cruz Azul 'le pusieron el ojo' para acometer pronto su fichaje ante el vendaval de equipos que merodeaban el entorno del central-lateral.

"Apenas llegué a Cruz Azul me dijeron que iba a jugar de lateral. Después Siboldi (Robert) me dijo que me iba a utilizar solo en la banda derecha, que ahí podía rendir más. Al principio fue difícil porque no hice ni pretemporada, y además le había agarrado cariño al puesto de central. Pero al final es solo cuestión de confianza y de meterle ganas", recordó Escobar en una entrevista con la periodista Olga Hirata.

Haciendo un repaso a las estadísticas del jugador con La Máquina, está a la vista que no mentía cuando hablaba de "meterle ganas". En sus 50 encuentros con la playera celeste, ha disputado más del 80% de esos compromisos en la demarcación de lateral; y en este Guard1anes 2020, ha jugado los 12 partidos del certamen por la banda, y ahora mismo, es de los pocos jugadores del plantel celeste al que no le peligra la titularidad.