El futbol es un deporte que a menudo nos sorprende con historias de jugadores que, a pesar de no alcanzar todo lo que se esperaba de ellos, logran encontrar su lugar en el mundo y construir una carrera exitosa. Tal es el caso de un talentoso mediocampista argentino que, tras un paso fugaz por la Liga MX, encontró su verdadero hogar al otro lado del planeta.
Ese fue el caso de Marcelo Carrusca, quien en la temporada 2008-2009 llegó a Cruz Azul proveniente del Galatasaray turco. Las expectativas eran altas, pero su rendimiento no cumplió con lo esperado. Durante su breve estancia en el celeste, el Chelo padeció una mala forma física y solo tuvo 14 apariciones entre la liga local y la Concachampions, con un flojo registro de 1 gol y 4 asistencias.
Por consiguiente, la directiva celeste optó por no ejercer la opción de compra. El Galatasaray tampoco lo consideraba en sus planes, lo que llevó al jugador a regresar a su país natal como agente libre, fichando por Estudiantes de La Plata nuevamente. De ese modo fue que concluyó su efímera aventura en el cementero.
Apodado el Mago por su habilidad con el balón, Carrusca no logró consolidarse en el máximo nivel como se esperaba. Sin embargo, su carrera tomó un giro inesperado que lo llevó a Australia, donde finalmente encontró estabilidad y pudo desarrollar su todo su potencial en varios rubros.
Antes de ello, jugó en clubes como Banfield y San Martín de San Juan. Fue entonces después cuando dio el salto a la A-League australiana, donde defendió los colores de Adelaide United, Melbourne City y Western Sydney, antes de colgar los tachones en el 2019 con el West Adelaide SC.
Actualmente y a sus 39 años, Carrusca ha encontrado una nueva pasión en la enseñanza del deporte. Dirige su propia academia de fútbol, un proyecto que inició seis años atrás mientras aún jugaba profesionalmente. En diálogo con el diario Olé contó algo al respecto: “Me enfoqué de lleno en esto tras mi retiro. Disfruto lo que hago y estoy muy contento trabajando con más de 300 niños de entre 3 y 15 años”.
Carrusca y otro giro inesperado en su vida
Más allá de esta gran academia en Oceanía, el Chelo sacó una serie de breves tomos para niños que se están formando en el deporte. “Es con gran orgullo y entusiasmo que anuncio mi nuevo emprendimiento, Positive Me. Desde que me retiré del fútbol profesional, mi objetivo fue ayudar a los jugadores a desarrollar sus habilidades compartiendo el conocimiento que he acumulado a lo largo de mis 16 años de carrera“, dice una parte de la publicación que hizo en Instragram.
“Después de analizar toda mi carrera, me di cuenta de que algo faltaba en mi propio desarrollo. No importa lo bien que entrené o lo mucho que lo intenté, me faltaba algo enorme, algo que podría haberme ayudado tanto como junior y como profesional. La clave que faltaba era el componente psicológico del juego”, sentenció al respecto.