Cruz Azul ha vivivo mejores y peores momentos a lo largo de la última década. Por esta gigante institución han pasado futbolistas de diversas nacionalidades y talla. Algunos de ellos pudieron dejar una importante huella, y otros no lograron contar con la misma suerte, ya sea por cuestiones individuales o por haber vivido una etapa desfavorable desde lo colectivo.
Alejandro Faurlín es uno de esos jugadores que arribó a La Máquina habiendo trazado una interesante carrera a nivel internacional, pero que no pudo imitar con la camiseta celeste. Este centrocampista argentino ostenta una marca que no muchos desearían tener: jugó tan solo 13 minutos en la Liga MX con el cuadro cementero.

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El sudamericano arribó a La Noria en el verano de 2017 procedente de Getafe, luego de haber jugado para equipos como QPR (Inglaterra) y Palermo (Italia), tras surgir en el futbol argentino. Permaneció solo un semestre cargado de turbulencias y estuvo bajo los mandos de Paco Jemez y Joaquín Moreno, y la escasez de tiempo en cancha fue una constante durante su estadía.
Por aquel Apertura 2017, Faurlín ingresó solo 1 minuto en la tercera jornada frente a León, y luego otros 12 en la décima fecha frente a Querétaro. Sí tuvo un poco más de suerte en aquella Copa MX, donde jugó tres partidos contra América, Tigres y Zacatepec, acumulando 226 minutos (sin goles).

Alejandro Faurlín con la playera de Cruz Azul jugando contra América por Copa MX. (Imago 7)
Luego de seis meses, Cruz Azul lo devolvió al Viejo Continente y su carrera continuó allí en Mallorca y Marbella, hasta que en 2021 regresó a Instituto de Córdoba de Argentina para retirarse a los 36 años. Una vez fuera del futbol profesional, volvió a trasladarse a España donde continúa viviendo por estos días, despuntando el “vicio” del deporte con una curiosa disciplina.
Alejandro Faurlín, ex Cruz Azul, es jugador de futvoley
Actualmente, el ex de Cruz Azul, Alejandro Faurlín, forma parte del Marbella Futevoley, un equipo del sur español que disputa competencias a nivel internacional y nacional de esta disciplina combina los golpes del fútbol con las reglas y escenarios del voleibol en la playa. A través de sus redes sociales, el argentino exhibe sus jugadas y logros en este deporte que ya lleva jugando aproximadamente dos años.
Por su parte, Faurlín ha estudiado a dirección deportiva a nivel universitario y también se ha volcado al lado empresarial: es propietario de un restaurante de parrilla argentina en Barcelona y de una agencia de turismo.