Diego Franco tiene la voz pausada del que ha vivido mucho y se toma tu tiempo para contar sus anécdotas. Con poco más de tres décadas en el documento de identidad, su vida da para una serie con varias secuelas: la primera sería sobre su paso por Cruz Azul, y la última, por ahora, de su vida en la Kings League.
Pero en el medio hay muchas páginas que contar en donde su llegada a Sudáfrica resalta por encima de otras. Fue el primer mexicano que jugó en la liga de ese país y abrió las puertas de África para la Liga MX.

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“Llegué a través de un promotor. Fue una muy buena experiencia. Aprendí mucho de ese país y de su futbol, en donde es muy físico y también hay mucho nivel”, recuerda un Diego Franco que también jugó en Costa Rica y en las divisiones inferiores en España.

Su paso por Cruz Azul fue breve. Si bien culminó todo el proceso de fuerzas básicas con los cementeros, apenas jugó un partido oficial con el primer equipo. De resto, su bagaje como celeste se cuenta por varias campañas con el extinto Cruz Azul Hidalgo.
Diego Franco y la zona de confort
En una entrevista pasada con ESPN, el propio canterano cementero reconoce que el mexicano debe experimentar y salir de su zona de confort. “La verdad, yo sí recomendaría al mexicano salir, dejar su zona de confort. Muchas veces al mexicano en su país se le trata muy mal y pienso que en muchas ocasiones el mexicano tiene mayor calidad que muchos extranjeros”, explicó en aquella ocasión.
Hoy su vida es distinta. Le ofrecieron jugar en el futbol de Filipinas pero el prefirió continuar su carrera en la Kings League en las filas de los Galácticos del Caribe. “Es una buena competición y nos estamos preparando para llegar al Mundial. Es el objetivo”, dice con esa voz del convencido por un objetivo.