La gestión de Martín Anselmi al frente del FC Porto no ha sido sencilla. Desde su arribo, el argentino ha lidiado con un ambiente exigente y turbulento en los Dragones, marcado por una temporada irregular que tiene al equipo peleando por un lugar muy por debajo de las expectativas habituales del club.
En medio de este clima de tensión, el episodio que incluyó a varios jugadores captados saliendo de una fiesta en plena madrugada provocaron una reacción inmediata. La afición respondió con insultos en redes sociales y hasta con protestas presenciales durante los entrenamientos.

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La prensa en Portugal no tardó en apuntar los cañones, criticando con dureza tanto el comportamiento de los futbolistas involucrados (Otávio, Tiago Djaló, William Gomes y Martim Fernandes) como la falta de autoridad del cuerpo técnico para imponer orden en un vestuario desorientado. En ese contexto, la figura de Anselmi quedó en el centro del huracán.
Su discurso elaborado, que prometía construir una identidad fuerte, comenzó a ser cuestionado por no lograr plasmarse en resultados ni en disciplina interna. Y aunque el técnico prefirió el silencio en los primeros días del escándalo, su respuesta finalmente llegó en la previa al duelo ante Estrela da Amadora.
La contundente frase de Martín Anselmi en respuesta al escándalo en Porto
En la conferencia de prensa, el estratega argentino dejó un mensaje más fuerte que refleja su rol de líder, una especie de límite para marcar su autoridad y cerrar las filas de cara a la recta final del campeonato: “En el FC Porto no hay espacio para quien no esté comprometido”. Anselmi dejó claro que, más allá de los resultados, la pertenencia y la entrega serán innegociables mientras él esté al frente del equipo.

Martín Anselmi debe surfear nuevos conflictos en su gestión en Porto. (Getty Images)
¿Qué más dijo el DT argentino?
Anselmi sostuvo que, si bien los castigos eran necesarios y estaban en línea con el reglamento del club, su principal preocupación pasaba por otro lado: el compromiso. “No es conmigo, es con el FC Porto, con la afición, con la profesión, con la posición privilegiada que tenemos y con nuestros compañeros”.
El técnico remarcó que formar parte de un equipo implica sacrificios: hacer cosas que no gustan y dejar de hacer otras que sí, siempre por el bien común. Y advirtió que este tipo de episodios, frecuentes en el fútbol, terminan desviando al plantel de su objetivo principal: competir con máxima concentración cada fin de semana.