Fue en julio del 2020 cuando Guillermo Álvarez renunció a la presidencia de Cruz Azul, tras recibir una orden de aprehensión en su contra y encontrarse en calidad de prófugo de la justicia hasta el día de hoy.
No obstante, cuando parecía que todo cambiaría para bien en el club tras la polémica gestión de Billy, la situación no hizo más que empeorar: desde entonces seis entrenadores han desfilado por el banquillo cementero sin encontrar un proyecto sólido.
El primero en pasar por la “guillotina” de la nueva administración, encabezada por Víctor Manuel Velázquez, fue Robert Dante Siboldi. El DT uruguayo renunció luego del polémico video que protagonizó el presidente celeste, en el que calificó como “mediocre” su planteamiento táctico en la voltereta de Pumas en el Apertura 2020.
Después fue Juan Reynoso. Tan solo un año después de haber acabado con la sequía de títulos más grande en la historia de Cruz Azul, al conquistar la novena estrella, la directiva lo despidió en el 2022 con una fría publicación en redes sociales; además lo habría demandado.
Cuatro entrenadores en un año
Desde entonces, en un solo año desfilaron cuatro entrenadores por el banquillo celeste, evidenciando así la falta de proyecto deportivo a largo plazo, pues los tiempos de trabajo han sido muy cortos.
Llegó y se fue Diego Aguirre en el 2022, con solo tres meses en el club. Raúl Gutiérrez estuvo siete meses y se fue en el 2023. Y Ricardo Ferretti llegó y se fue en el 2023, con solo cinco meses de trabajo. Además, en este periodo estuvo Joaquín Moreno como interino y ahora designado como DT definitivo, al menos para el Apertura 2023.