Uno de los hitos más grandes del futbol mexicano fue cuando Cruz Azul alcanzó la final de la Copa Libertadores 2001. Fue la primera vez que un equipo de la Liga MX llegó tan lejos en la competencia de CONMEBOL. Si bien terminó en derrota frente a Boca Juniors, aquel equipo cementero fue reconocido por toda Sudamérica; hasta Diego Armando Maradona lo felicitó por su actuación.
Lo cierto es que Ángel Morales era una de las figuras de La Máquina y lo demostró en la ida. Sin embargo, no estuvo presente en la vuelta de la final que se disputó en La Bombonera. El propio Matute confesó que se había engripado y que no estaba en condiciones físicas para disputar el partido. “Estuve tres días en cama y salí a calentar el día de la final. Estaba mareado, vomitaba, tenía 41 grados de fiebre”, comentó el futbolista hace unos años.
No obstante, en una entrevista con Yosgart Gutiérrez, Vilota Gutiérrez presentó otra hipótesis sobre lo sucedido: “Se dice que lo habían amenazado, que también era amigo del Diego (Maradona) y era fan. Pues muchos tenemos dudas, la neta”. Aún así, también aclaró el tema del resfriado: “Nosotros nos hospedamos en el mismo piso y todos nos quedamos con las puertas abiertas y él se supone que tenía gripa y andaba normal, pero también acuérdate que allá es invierno a lo mejor también le pegaba el clima”.
La realidad es que el cuadro cementero se quedó a las puertas de conseguir un hito aún mayor para el futbol mexicano. De hecho, solo Chivas en 2010 y Tigres en 2015 lograron alcanzar el subcampeonato en la Copa Libertadores. Aunque hace varios años que los conjuntos de la Liga MX abandonaron la competición, son muchos los que creen que deberían regresar para aumentar el nivel de la región.
La historia oculta de Matute Morales y la final de la Libertadores 2001 (Jam Media)
Matute Morales contó qué sucedió antes de la final de la Libertadores
En una entrevista con El Gráfico de hace varios años, Matute Morales explicó a detalle que sucedió antes de enfrentar a Boca: “Si no fui más en mi carrera, como me dicen muchos, fue por mis descuidos. En este caso jugué la ida en México, después salí, tomé frío, empecé a sentirme mal de la garganta, no le dije nada al médico y no tomé ningún recaudo hasta que la enfermedad me tiró”.
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“Estuve tres días en cama y salí a calentar el día de la final. Estaba mareado, vomitaba, tenía 41 grados de fiebre. Me dieron una inyección, pero no podía mover las piernas, entonces decidí no jugar. Porque creo que el técnico me ponía igual si era por él. Vi el partido desde el banco y ganamos 1-0. Después erramos los penales”, finalizó en su relato.
