Algo que ha caracterizado a Roberto Alvarado a lo largo de su carrera es que cuenta con un carisma muy especial. Eso es lo que terminó enamorando a la afición de Cruz Azul, además de haber dejado una buena imagen en la institución. Sin embargo, los últimos días fueron bastante malos para un Piojo que cometió un severo error.

Lo que sucedió fue que el futbolista de Chivas detonó un artefacto explosivo durante una conferencia de prensa. Si bien el Piojo pidió disculpas y manifestó que se trataba de una broma a un compañero, la situación fue bastante grave. Sobre todo porque puso en peligro tanto a los periodistas que asistieron, como a sus colegas.

Ante este contexto, Ricardo Ferretti fue muy contundente: “Es causa y efecto de un equipo que no tiene un líder. No hay disciplina y no hay autoridad en el equipo; ahora sí se volvió un congal esto. No creo que haya sido una broma a un compañero, no hacemos bromas de este tipo entre nosotros, se lo hace a la gente extraña (periodistas en este caso)”.

“Nosotros tampoco tomamos ninguna medida. Podría haber cegado a una persona o romper un tímpano. A lo mejor los daños no son inmediatos, pero después viene la consecuencia. Entonces la gente que fue afectada, tiene todo el derecho de demandarlo, pero ¿por qué no lo hacen? Esa es la pregunta, no lo van a hacer”, sentenció el Tuca.

Javier Alarcón también fue muy duro contra el Piojo Alvarado

En la pantalla de ESPN, Javier Alarcón también dejó palabras fuertes ante esta situación: “Esto es una estupidez, no puede ocurrir. No le conviene a nadie, más en un país violento; no se puede minimizar el hecho y tendría que haber una sanción ejemplar. Entiendo que la FMF por lo pronto dice ‘yo no puedo intervenir’; increíble. ¿En qué va a quedar esta actitud de ignorancia, inconsciencia y de falta de sensibilidad?”.

La realidad es que resulta una incógnita si habrá una sanción o no debido a que depende exclusivamente de Chivas. Como lo mencionó el periodista, la FMF no tiene el poder para intervenir en este caso al suceder fuera de su jurisdicción. Lo que resulta evidente es que la imagen del Piojo quedó muy dañada a partir de la “broma” que quiso hacer.