Si bien las aguas ya se calmaron, lo cierto es que la salida de Uriel Antuna de Cruz Azul trajo consigo un mar de críticas para el delantero. Si bien se barajó la chance de que siga con su carrera en Europa, finalmente se quedó en México pero para vestir la playera de Tigres. Lógicamente, esto cayó verdaderamente mal en la afición.
El sueño del Brujo era volver a jugar en el Viejo Continente, algo que la directiva cementera no ponía reparos y hasta era entendible para el resto del público. Pero luego de pasar al equipo felino abrió dos grandes opciones: o no se sentía a gusto en La Máquina, o la oferta económica fue verdaderamente superadora.
Es por eso que el morbo estaba puesto en el regreso de Antuna al Estadio Ciudad de los Deportes, cuando Tigres visitara a Cruz Azul en el marco de la jornada 17 del Torneo Apertura 2024. Finalmente ese momento llegó y antes de que el balón comenzara a girar por el verde césped, estuvo el primer encontronazo.
El mismo se dio cuando los Regios ingresaban al recinto cementero a bordo del lujoso micro, en donde se congregó un numeroso grupo de aficionados locales. Lejos de hacer caso omiso a la presencia del extremo de 27 años, se acordaron de él con algunos gritos y frases que probablemente le hayan dolido.
“¡No hay devoluciones!”, expresó repetidamente uno de los allí presentes en relación al presente del ex Chivas. En los partidos que ha jugado no registra goles, solo ostenta una asistencia y hasta perdió su lugar en el XI titular. Incluso, no vio minutos siquiera desde la banca en los pasados dos cotejos ante Xolos y Toluca.
La frase de Antuna que no gustó en Cruz Azul
Cuando apenas puso un pie en Monterrey, el Brujo fue abordado por la prensa y dejó un mensaje que cayó verdaderamente mal:““Me entusiasma mucho la afición, creo que es la mejor de México. La vez que me tocó venir como rival la verdad es que se me ponía la piel chinita. Y bueno, la verdad es que ahora me toca estar acá”; ¿Vendió humo?