Parece no haber esperanza. Los que quieren ver fuera ya a Guillermo Álvarez de la cooperativa y, por lo tanto, del equipo de futbol Cruz Azul tendrán que esperar un buen rato, o tal vez la espera nunca llegue a su fin.

Y es que a hay un contraste muy marcado respecto a la situación de Billy Álvarez en Cruz Azul que quedó expuesto esta mañana, cuando convocó a una rueda de prensa en un hotel al sur de la Ciudad de México y donde tendría un desayuno con algunos socios, que sí lo apoyan, para aclarar su situación legal dentro de la cementera.

Nunca llegó. Más de 100 personas, con la intención de una manifestación pacífica, bloquearon la entrada principal del hotel, con pancartas, consignas y una petición muy clara: “Fuera Billy” y también fuera su hermano Alfredo y Víctor Garcés, ahora ambos vicepresidentes del equipo.

Los cooperativistas, que llevan años en la lucha por derrumbar la “dictadura” en Cruz Azul del menor de los hermanos Álvarez, expusieron una vez más sus inconformidades y los motivos por los que buscan incansablemente la salida de Guillermo Álvarez, e incluso solicitaron que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, intervenga.

Obviamente, la mayoría de sus quejas son respecto a la cementera, sin embargo, también hicieron hincapié en los malos manejos que hay en el equipo, por ejemplo, las millonarias transacciones que se hacen por jugadores “petardos”, en sus propias palabras, que le venden a la afición como figuras y que, por ende, no dan los resultados para llegar al objetivo tan anhelado: el título de Liga.

Corrupción, enriquecimiento ilícito, desvío y lavado de dinero, dictadura, mentiras, maltratos, despidos injustificados, falta de rendición de cuentas y querer atentar contra los principios de la propia cooperativa, al querer imponer la “Ley Billy” en la que busca que el poder recaiga sólo en el director para la toma de decisiones en el organismo, son algunas de las acusaciones contra Billy Álvarez en sus 30 años de gestión al frente de la Cooperativa La Cruz Azul.

Esto sin contar que la afición y algunos más le atribuyen la crisis de más de 22 años en la que está hundida el equipo de futbol: “Tiene secuestrado al equipo”, se escucha con mucha frecuencia después de cada fracaso del cuadro cementero.

Los socios, periodistas y medios de comunicación han hecho públicos un sinfín de testimonios y documentos que servirían como prueba de estas acusaciones, sin embargo, Guillermo Álvarez lo ha negado hasta el cansancio e insiste que probará por la vía legal que dichas filtraciones son falsas, e incluso ha enfatizado en que hasta el momento no ha sido requerido por ninguna autoridad sobre algún señalamiento.

Y es aquí donde sale a relucir la otra cara de la moneda. Mientras los disidentes protestaban a las afueras del hotel, adentro se encontraban, según ellos mismos lo presumieron, la mayoría de los socios cooperativistas, el 85% para ser exactos.

Al grito de “Billy, Billy”, los más de 400 socios alzaron la mano mostrando las credencial que los acredita como cooperativistas para mostrar su apoyo a la gestión de Guillermo Álvarez, acusando que los manifestantes eran “acarreados”.

En charla con algunos de ellos, presumieron los privilegios de los que gozan al formar parte de la cementera, una de las empresas más importantes de México, negando rotundamente maltrato, falta de pago o malos manejos por parte de Billy, como los disidentes lo aseguraban.

Seguro médico, seguro de vida, pagos a tiempo, comodidades, uno que otro lujo y “prestaciones que ninguna otra empresa en estos tiempos tendría” son algunos de los derechos que tienen al integrar la cooperativa, a la cual llegaron gracias a que sus padres o abuelos también fueron parte, e incluso fundadores de la cementera, por lo que aseguraron sentir “a muerte” los colores de la empresa.

Y aunque reconocieron que les duele no ver campeón a Cruz Azul después de tantos años, dejaron claro que esto no es culpa de Guillermo Álvarez y que tampoco los malos resultados le afectan de ningún modo a la cementera, en cuanto a producción y ventas, ya que es una marca con cimientos sólidos, de la cual el equipo de futbol es sólo parte de su publicidad.

En resumen, reiteraron su apoyo incondicional a Guillermo Álvarez, y hasta mostraron documentos que inculparían a algunos de los opositores por transferencias millonarias, negaron acusaciones y aseguran que muy pronto Cruz Azul, el equipo, recuperará su grandeza, pero con Billy al frente.

Así que parece no haber esperanza, hasta que alguna autoridad pueda comprobar que una, o todas las acusaciones, son ciertas, ya sea las autoridades estadounidenses, como recién publicó el periodista Carlos Loret de Mola, o el propio Presidente del país, o cualquier otro ente, por el momento todo queda en el aire, todas son acusaciones “falsas” hasta que se demuestre lo contrario y por ello la cooperativa y por lo tanto Cruz Azul seguirán bajo el mandato de Guillermo Álvarez Cuevas, a pesar de todo y con el respaldo de una supuesta mayoría.