“El primer amor se ama más, los otros se aman mejor…”, reza un viejo epitafio que se amolda a la primera historia de amorde Raúl Jiménez. El que es considerado como el mejor jugador mexicano del momento, y que además fue figura del América, en un tiempo llegó a ser un fiel seguidor de Cruz Azul, incluso, hasta celebró el último título del equipo en Liga, en 1997.
Fue en el año de 1996 cuando Jiménez probó en una de las escuelas de Cruz Azul. El delantero contaba en aquel entonces con cinco años, y ya se perfilaba como una figura en las Fuerzas Básicas de La Máquina. “En algunas ocasiones llegó a pensar en ir a Cruz Azul, pero le empezó a gustar América.Comenzó a sentir la diferencia porque de chiquito, cuando se enfrentaban a Cruz Azul, me decía: ‘papá, ¿cómo le voy a meter un gol a Cruz Azul?, vamos contra la Máquina’”, expresó su padre Raúl Jiménez Vega, en una entrevista con MedioTiempo.
Pero como indicios del destino, o meros caprichos, los caminos del niño Raúl y Cruz Azul empezaron a separarse. La familia de Jiménez se mudó a la Ciudad de México en 1997, y a pesar de que seguía asistiendo a las instalaciones de La Noria, la lejanía con el domicilio dificultó que Raúl pudiera seguir yendo a entrenarse. Al poco tiempo probó con los del Nido, y desde allí su historia americanista empezaba a forjarse.
“Vivíamos en la Colonia Jardín Balbuena, y el trayecto saliendo de la escuela no nos daba para llegar hasta La Noria. Sí fuimos y se quedó, pero no le daba tiempo de comer y hacer tareas. Por eso fuimos al nido de las Águilas y eran 35 o 40 minutos menos por el tráfico, y por eso ahí empezó a hacer su carrera”, comentó Vega.
El padre de Raúl también aseguróque a pesar de que ahora formaba parte de Las Águilas, el futuro goleador celebró por todo lo alto el campeonato de La Máquina. “Raúl en el último campeonato de Cruz Azul en León todavía lo festejó conmigo en Tepeji del Río. A él sí le tocó ver a Cruz Azul campeón y lo festejó conmigo”, concluyó.