Esta noche, en el estadio Hidalgo, Christian Giménez convocó ídolos y leyendas de Cruz Azul y de Pachuca y está consumando su despedida del futbol profesional tras un año del retiro oficial.
El Chaco invitó a más de 50 jugadores con los que compartiera en la Máquina, en los Tuzos y también en Boca Juniors, club en que debutara hace 21 años bajo el mando de Carlos Bianchi, hoy DT del equipo azul.
Sin embargo, y a pesar de sus largos años vistiendo la playera de Cruz Azul, y de los homenajes que le dedicaron ambas directivas, Giménez aseguró que no se siente ídolo ni celeste ni tuzo.
“Yo no soy ídolo, soy una persona que siempre se dio al máximo en el entrenamiento, en el partido. Lo único que tenía que hacer yo era representar cada camiseta que vestía de la mejor manera, se gane o se pierda”, aseguró de forma muy humilde.
Además, y respecto a su retiro, Giménez señaló que “lo que sí te puedo decir es que cuando me retiré yo creo que ya no podía más, estaba bien físicamente pero mentalmente no la pasaba bien. Vivía toda la semana entrenando pero llegaba el fin de semana y cuando tenía que ir del estadio al hotel el jugar 5 o 10 minutos, o no jugar, me mataba”.