Con Cruz Azul no se juega. Esta pareciera ser la nueva frase de la novela que se ha generado en torno al traspaso de Igor Lichnovsky al Al Shabab de la Liga Árabe. Cuando todo parecía arreglado para que el defensor chileno hiciera las maletas al continente asiático, desde La Noria le dieron la voz de "alto" hasta tanto su nuevo equipo no deposite el dinero de la venta.

Y es que este es un nuevo giro en el estado actual de unas negociaciones que parecían cerradas. Cruz Azul se remite a la cláusula de rescisión del jugador, que oscila entre los tres millones de dólares. Y desde el conjunto que dirige Pedro Caixinha, y a pesar de que Lichnovsky figura en su cuenta oficial de Twitter, aún no se ha emitido un parte oficial que certifique la contratación del jugador.

Según fuentes del club, consultadas por ESPN, Igor no saldrá de La Máquina hasta que el dinero esté depositado en las cuentas cementeras. "Igor está entrenando normalmente con el grupo, aún no se hace oficial nada", dijeron. Y las palabras no son vacías, el jugador se veía en las fotos del entrenamiento que publicó el club en sus redes sociales.

El contrato del jugador suramericano expira en el Clausura 2021, por lo que los cementeros no aceptarán menos dinero que el completo de la cláusula de rescisión. Según esta misma fuente, Pedro Caixinha jugó un papel importante para que se llevaran a cabo las negociaciones por Lichnovsky.

Jaime Ordiales por su parte, fue respaldado por la nueva administración del club para dar luz verde a la salida de un jugador que pidió irse. "Las aspiraciones personales no pueden, ni deben coartarse", agregaron desde la interna del club.