Guillermo Álvarez Cuevas no ha dimitido de forma oficial a la directiva de Cruz Azul, tanto club de futbol, tanto cooperativa. Si bien el 1 de agosto pasado circuló una carta, aparentemente firmada por él, en la que presentaba su renuncia a la presidencia del equipo y a la dirección general de la cementera, todavía no se ha hecho oficial.

¿El problema? Billy no aparece ante la opinión pública desde el 22 de julio, día en que se presentó la playera nueva de la Máquina para la temporada 2020-2021, por lo que no ha renunciado en persona, ni ha desmentido ser el autor de dicha misiva.

De todos modos, los otrora socios disidentes José Antonio Marín y Víctor Manuel Velázquez fueron readmitidos en la Cooperativa por la justicia, y con sus consejos de administración y vigilancia tomaron la cabeza de una cementera que no tenía propietario, se presentaron ante el plantel de Cruz Azul en La Noria y hoy fungen como directivos.

Sin embargo, los directivos habrían recibido un regaño de parte de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) en los últimos días, y es que todavía no nombran al nuevo presidente de Cruz Azul y han dejado a un lado la situación administrativa del club.

Según informó El Universal, "se dice que los socios que ahora toman las decisiones importantes han aprovechado la imagen de la institución y únicamente están vendiendo su imagen, pues ninguno toma la iniciativa de proclamarse como responsable. Bajo esa situación, la Federación aceptó que se ha mantenido callada y no ha brindado declaración alguna sobre las acusaciones del ex presidente de Cruz Azul y su vínculo con las asociaciones de dudosa procedencia, pero deben terminar con este caso lo antes posible y apurarse a elegir a un nuevo mandatario", expresaron.