Cambió la directiva de Cruz Azul y también cambiaron sus métodos. Se fue Guillermo Álvarez de la presidencia cementera y no hubo más cartera abierta y fichajes a destajo. Jaime Ordiales debe planificar el futuro y los destinos celestes con más mesura y, ojalá, sin gastar tanto dinero como se hacía en el pasado.
Aunque Víctor Manuel Velázquez y José Antonio Marín se comprometieron a traer refuerzos de calidad al primer equipo celeste, la verdad es que no hay caja como solía haber antes, por lo que hoy la solución se ve únicamente vendiendo pases, cobrando cláusulas de salida, y recabando dinero de esa forma. ¿Irse gratis? No más.
Hoy las primeras ventas, según la directiva de Cruz Azul, serían las de Guillermo Fernández y Walter Montoya, quienes tienen cláusulas que rondan los 4 millones de dólares con Boca Juniors y Racing Club, ambos de Argentina. A eso se suman los alrededor de 3MDD que entraron a las arcas celestes por Igor Lichnovsky.
Orbelín Pineda y Jonathan Rodríguez han sido dos de los apuntados por los medios y los rumores de mercado como las próximas salidas cementeras: ambos serían pretendidos por clubes europeos, quienes pagarían alrededor de 10 millones de dólares por el pase de cada uno desde la Premier League y la Serie A, respectivamente.
Pero, ¿qué debe hacer Cruz Azul? Primero hay que tener en consideración que el Guard1anes 2020 no ha terminado, por lo que según el resultado en este campeonato deben venir las decisiones. Además, y si la Máquina gana la Liga de Campeones de Concacaf tendrá el Mundial de Clubes en enero, por lo que podría valorar aún más a sus futbolistas.
A eso se suma que el Clausura 2021 tendrá pocas semanas de preparación, lo que implica que Cruz Azul deberá reforzarse poco para no tener que esperar que sus nuevos fichajes estén a punto. ¿Conviene vender futbolistas ahora? La verdad es que no mucho. Hacer caja no es tan fácil, pero siempre pueden llegar futbolistas de calidad sin gastar dinerales.