Santiago Giménez ama a Cruz Azul. Aunque nació en Argentina, prácticamente toda su vida la ha vivido en México, con su padre, Christian Giménez, militando en distintos clubes. Llegó a la Máquina en su más tierna infancia, cuando el Chaco se convirtió en uno de los últimos ídolos de la institución, y nunca más salió de aquí.

Hizo toda su carrera en escuelas, luego en las fuerzas básicas, hasta que subió al primer equipo. Y en 2021 consiguió el sueño de todo aficionado cementero de hueso colorado: fue campeón de Liga MX como titular y aportando muchísimo en ese torneo, después de vivir la malas desde la tribuna e incluso en la cancha.

Hoy, Giménez está total y completamente comprometido con Cruz Azul. Es uno de los rostros del plantel e incluso se está perfilando para ser capitán en un futuro no tan lejano, en caso de que falten José de Jesús Corona y Julio César Domínguez. Y ya le prometió a los fanáticos quedarse en el club hasta que consiga otro logro más.

Bebote adora a la Máquina y, mientras compartía con los aficionados en Cancún, en la segunda parte de la pretemporada, aseguró que no tiene apuro en salir pronto a Europa. La razón es simple: su única meta a corto, mediano y largo plazo es bajar la décima estrella y volver a ser campeón de Liga MX.

En la actualidad, no hay ofertas por Giménez sobre el escritorio de los directivos de Cruz Azul. Sin embargo, y considerando que es pieza fundamental del primer equipo, además de las nominaciones a la Selección Mayor, es que es cosa de tiempo que comiencen a llegar las propuestas europeas.