Uno de los personajes del futbol mexicano que han ganado un controversial protagonismo en el último mes se trata de Marco Antonio Ortíz. Esto se debe a que el árbitro decidió cobrar un insólito penal para que América le gane la final del Clausura 2024 a Cruz Azul. Cuando el partido se encontraba muy parejo y la balanza todavía no se había inclinado para ningún lado, el Gato decidió hacerle un favor a las ‘Águilas’.

Aunque pasaron bastantes semanas de dicho suceso, todavía no apareció una imagen clara en la que se muestre una falta de Rodolfo Rotondi sobre Israel Reyes. Por supuesto, la afición cementera sintió que les robaron el títulos no solo porque hay un historial interminable de polémicas que favorecen al América; sino que también existe un registro negativo con el Gato Ortíz. Por lo tanto, esta es una situación que ha despertado muchas opiniones al respecto.

La realidad es que en los últimos días se habían apagado las llamas al haber comenzado el mercado de pases. Sin embargo, el fuego del pueblo celeste se volvió a avivar cuando la FMF decidió entregarle al Gato Ortíz el premio al mejor juez central del Clausura 2024. Ya se sabía que no se lo iba a castigar por su polémica actuación en la final por el comunicado que lanzó la Comisión de Árbitros, pero la entrega del premio resultó casi un insulto.

Sobre todo porque en los audios del VAR quedó en evidencia que sus propios compañeros de terna no estuvieron de acuerdo con la decisión que tomó durante el partido. Además de mostrarle la jugada en repetidas ocasiones y de diferentes ángulos, Ortíz nunca tuvo la intención de corregir su decisión. Lo cierto es que todo lo que surgió alrededor de este tema es bastante oscuro.

Según lo que informó Marca, Emilio Azcárraga, dueño del América, le dio un bono extra al Gato Ortíz por arbitrar la final del Clausura 2024 sin detallar en calidad de qué. De por sí, el silbante había recibido 150 mil pesos por encargarse del partido decisivo del torneo; además de contar con un sueldo fijo por supuesto. Es evidente que no hay mucha claridad y esto es lo que despierta el enorme enojo de los aficionados cementeros.