El ascenso de Emmanuel Sánchez dentro de Cruz Azul no se explica solo por su talento, sino por un pasado cargado de carencias que moldeó su carácter. Antes de pisar una cancha profesional, recorría campos de tierra donde jugaba por unos pesos y con unos “tacos” desgastados que apenas resistían. Aquellos inicios, lejos del glamour, marcaron su historia.
Con el paso del tiempo se supo que su niñez estuvo atravesada por limitaciones económicas que complicaban cualquier sueño deportivo. Su familia hacía lo posible para sostenerlo, aun cuando no alcanzaba para cubrir lo básico. Sin embargo, la determinación del mediocampista fue más fuerte que cada obstáculo que aparecía en el camino.
Hoy, con solo 19 años, Sánchez ya se abre paso como una apuesta firme dentro de la Máquina. Durante el Apertura 2025, Nicolás Larcamón decidió llevarlo al plantel principal y darle minutos en la Fase Regular, un gesto que confirmó la confianza en su crecimiento.
ver también
Carlos Hermosillo explota contra la afición del TSM Corona y lanza un palo al Santos Laguna
Nacido en Guerrero en 2006, encontró en el futbol una ventana para cambiar su realidad. Antes de ingresar al profesionalismo, acumuló partidos en la talacha, cobrando por encuentro y parchando los zapatos que usaba cada fin de semana. Esa etapa, lejos de desanimarlo, reforzó su ambición por llegar a un club grande.
Su incorporación a las Fuerzas Básicas de Cruz Azul en 2022 fue un punto de inflexión. Desde entonces se afianzó en la Sub-21, donde sumó 675 minutos y se volvió titular indiscutible gracias a su constancia. Ese avance le valió el llamado al primer equipo en la Jornada 16 ante Puebla, un debut que confirmó que estaba listo para el siguiente nivel.
De jugar talachas a debutar en Cruz Azul.
El factor clave de Sánchez: sus padres
Detrás de ese logro hay una familia que nunca dejó de empujar. En una entrevista con Récord, sus padres revelaron que solían organizar rifas para comprarle zapatos y enviarle algo de dinero mientras intentaba hacerse un lugar. “Yo sé que mi hijo va a triunfar y va a debutar”, recordó su papá. Aquel deseo, dicho desde la necesidad, terminó cumpliéndose.
