Cruz Azul cuenta con una plantilla repleta de jerarquía, mezcla de jóvenes promesas y figuras consolidadas que llegaron como grandes apuestas del mercado para afrontar la etapa decisiva de la temporada. La liguilla, ese momento donde las individualidades deben dar un paso al frente, se convierte en el escenario ideal para que los nombres propios comiencen a pesar.
En los últimos mercados han llegado refuerzos de peso y jóvenes con gran proyección. Uno de los que más llamó la atención fue el polaco Mateusz Bogusz, figura destacada del LAFC en la MLS por quien se pagaron 10 millones de dólares. Su arribo generó expectativas por sus campañas en Estados Unidos, donde demostró ser un jugador talentoso y desequilibrante.

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El inicio de Bogusz con la camiseta celeste fue prometedor. Pero con el correr de los partidos, su influencia en el equipo se fue apagando. Ha perdido protagonismo, y en un plantel que exige alto rendimiento constante por la fuerte competencia interna, eso pesa. Esta situación no pasó desapercibida para Emanuel Villa, que fue tajante luego de conocerse una noticia que sacudió al equipo.
Tras conocerse la lesión de Andrés Montaño en el partido ante León, Tito no dudó en El Podcast de La Máquina en señalar a Bogusz para dar un paso al frente: “Ya sin el Toro, sin ese acompañante natural de Sepúlveda, sin Montaño, el polaco ahora sí va a tener que poner los huevitos en la cancha y empezar a mostrar una gran versión porque se lo necesita, porque por algo se lo trajo, porque por algo se pagó tan caro su carta y es momento“.
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Adrián Esparza Oteo aportó contexto a los dichos de Villa, revelando que en el partido contra León, el polaco no fue considerado como una de las primeras opciones tácticas para reemplazar a Montaño: “Fue la tercera opción en la cancha. Porque cuando pasó lo de Montaño fue Amaury, luego fue Luka y faltando 10 minutos y para cerrar entraron Giakoumakis y Bogusz”.
Esto resalta la falta de confianza del técnico en el polaco, que estuvo lejos de ser un jugador central en la rotación durante un momento crítico del partido. El camino que tiene por delante es crucial: si desea consolidarse, deberá asumir un rol más protagónico en los próximos partidos. La oportunidad está servida.