Pocos recuerdan a Aníbal Zurdo, Matías Vuoso y Carlos Lizarazo. Echando un vistazo a sus hojas de vida, sus caminos guardan ciertas similitudes con los de Jonathan Borja, Pablo Ceppelini y Álex Castro: todos han sido fichajes extranjeros de Cruz Azul... y todos han fracasado en el intento.

Y es que desde La Noria existe una patología que pareciera no tener cura: el 'mal ojo' a la hora de fichar foráneos. Los casos expuestos líneas arriba, son algunos de los tantos jugadores que han llegado a Cruz Azul con 'pompa' y cartel de "distintos", pero que han terminando yéndose de la institución al poco tiempo y sin dejar huella... en los futbolístico.

Desde la sequía de 1997 sin conseguir un título de Liga MX, el club se ha dado a la tarea de armar el equipo más competitivo para regresar al trono del futbol azteca. Esta labor lo ha hecho traer nombres como los de Roque Santa Cruz, Alejandro Faurlín o Francinilson 'Maranhao' Santos, que tras una gran inversión en lo económico, solo representaron un gasto que terminó con muchas pérdidas.

En este Guard1anes 2020 los casos más representativos de este 'mal' son Jonathan Borja, Álex Castro y Pablo Ceppelini. El caso más llamativo es el del último de estos tres, quien siquiera ha debutado en el torneo. Los otros dos en cambio, cuentan tan poco para el entrenador que sus minutos han sido más bien escasos.

Jonathan Rodríguez, una gran excepción 

A pesar de los males que aqueja el club a la hora de traer 'foráneos', en casos contados se da a la inversa y terminan por fichar a uno que de inmediato se gana el rótulo de "estrella". Es el caso de Jonathan Rodríguez, quien se convirtió en este torneo en el quinto campeón de goleo en la historia de La Máquina, y es ahora mismo el jugador más determinante del plantel cementero. A la hora de sacar cuentas, son tantos los que han pasado desapercibidos y tan pocos los que han dejado huella que surge una cuestión: ¿por qué Cruz Azul ficha tan mal a la hora mirar hacia otras tierras?