En los últimos días, el Clásico Mundial de Beisbol acaparó los reflectores por la brillante e histórica participación de la selección de México, que rozó la hazaña en el máximo escaparate del llamado Rey de los Deportes. Al final, el conjunto tricolor cayó ante Japón y no pudo cristalizar el sueño de disputar la Final del certamen.
Ante ello, es un buen pretexto para recordar al histórico goleador de Cruz Azul que pudo ser beisbolista: Javier Orozco, quien de niño soñaba con triunfar en el beisbol. Sin embargo, el balón terminó por conquistarlo y dejó el diamante por las canchas de futbol.
“No me arrepentiré de haber cambiado”, afirmó el Chuletita hace algunos años. No obstante, el ex delantero sinaloense no olvida la etapa en su niñez, en donde jugaba como shorstop, segunda o primera base. “Cuando el béisbol era lo más era lo máximo en mi vida”, reconoció el canterano de Cruz Azul.
Las primeras satisfacciones deportivas que dio Javier Orozco a sus padres no fueron como goleador infantil sino en el diamante. “Lo mío era batear”, presumió. El gusto que tenía por el beisbol era algo normal en Los Mochis, Sinaloa (su ciudad natal).
“Allá era más común ver a los niños con playeras de los Cañeros -club de beisbol profesional de la Liga Mexicana del Pacífico- que con la de algún equipo de futbol (…) De niño prefería el bate. El futbol ni me gustaba, yo era bueno para hacer volar la bola”, confesó el Chuletita Orozco.
Eso se debía a que Javier practicaba toda la semana en ‘cascaritas’ con los amigos de la colonia y de manera más oficial lo hacía los fines de semana. “Desde los cinco o seis años empecé a jugar los domingos, soñaba con ser beisbolista, me apasionaba mucho. No había nada que se le comparara”, compartió.
El tiempo pasó… Javier cumplió 13 años y comenzó a sentirse atraído por el futbol, en el que su padre alcanzó el profesionalismo jugando con Irapuato de Segunda División. “Anotar goles me empezó a llamar la atención”, recordó. Y eso aumentó cuando su hermano Luis debutó como profesional con Cruz Azul en marzo de 2003.
Aunque el Chuletita Orozco eligió dedicarse al futbol, el beisbol es algo que siempre le apasionó, tal como lo demostraba en sus festejos de gol con Cruz Azul, al limitar a un bateador en un momento en el momento clímax, cuando conecta la bola y hace que ésta se vayan de Home Run.
Tras formarse en las Fuerzas Básicas de Cruz Azul llegó el ansiado debut. El 17 de septiembre de 2005 Javier Orozo disputó su primer partido en Primera División con La Máquina. El Chuletita entró al campo al minuto 86 en sustitución del Kikín Fonseca, en duelo de la jornada 8 del Apertura 2005 ante Tigres.
Tras su debut en el primer equipo de Cruz Azul, vinieron muchos partidos más, hasta que se convirtió en referente del ataque celeste, al grado de que Chuletita, quien jugó en la entidad cementera hasta el 2013, se ubica en la décima posición en la lista de los máximos goleadores de La Máquina.
* Con información de la Revista Cruz Azul | Edición 14
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