Una noche mágica y una sonrisa que lo dice todo. Christian Giménez al fin tuvo la despedida que se merece. Una leyenda que dejó huella en el futbol mexicano no podía retirarse de las canchas sin llevarse una última ovación y las últimas lágrimas de nostalgia.

Rodeado de amigos, leyendas, fervientes y su ifaltable familia, Chaco jugó por última vez como futbolista profesional, en la cancha del Estadio Hidalgo de los Tuzos donde hizo historia, pero con el equipo al que le reafirmó su amor presete: Cruz Azul.

Así fue la despedida de uno de los últimos ídolos de La Máquina: