El partido era trabado, más luchado que jugado;cualquier pragmático diría que hasta feo. Y es que el Cruz Azul vs. Pumas de esta jornada 10 del Guardianes poco tuvo que ver con los duelos anteriores entre ambos conjuntos. En los dos últimos choquesen elhistorial entre ambos, se vivieron tantas emociones como goles: hasta ocho en dos encuentros, una media de cuatro cada 90′ minutos.

Sin embargo, el de ayer fue tan distinto. Sin espacios por donde jugar, y una pierna mal intencionada intervenía cuando una buena jugada se asomaba. No obstante, las emociones estuvieron reservadas para el final; específicamente a los últimos cuatro minutos del encuentro, cuando Johan Vásquez, Juan Escobar, César Ramos, Jonathan Rodríguez y Alfredo Talavera, protagonizaron la polémica.

Corría el minuto 89′ y los cementeros se aproximaban al área rival. Un centro desde la esquina dibujó una parábola que a punto estuvo de rematar Escobar, quien se encontró con la humanidad de Vásquez antes de impactar con la pelota. El duelo transcurrió por escasos segundos hasta… ¡llamado del VAR!

César Ramos, el silbante del encuentro, fue avisado desde las oficinas del videoarbitraje sobre la jugada acontecida. El defensor de Pumas estiró el brazo y golpeó el rostro del jugador paraguayo de Cruz Azul; y tras deliberar unos segundos, el juez pitó la pena máxima y se abría la polémica.

El penal entre Jona y Talavera (Imago 7)

El penal entre Jona y Talavera (Imago 7)

Los reclamos de los felinos no hicieron mella en la decisión, mientras que Cabecita acomodaba el balón desde los once metros. Desde entonces, Talavera empezó con su “show”.“Aquí me la vas a dar, no tienes otra más que ahí”, gritaba el portero señalando a su lado derecho. “No tienes más que ahí, ni una, ahí”.Lánzala ahí, dámela ahí, ahí voy a ir, ahí voy a ir“, seguía con su perorata.

Jona le celebra el gol a Talavera (Imago 7)

Jona le celebra el gol a Talavera (Imago 7)

Los gritos y ademanes del golero no perturbaron la concentración del delantero, quien como diciendo “no se diga más”, tiró el penal justo allí donde Talavera le indicaba. Aceptó el reto del guardameta y lo venció con creces. A la hora de celebrar, su mirada y su euforia tenía un solo destinatario: Talavera, a quien no le quedó más remedio que agachar la cabeza y ser testigo VIP de la octava victoria de Cruz Azul en la Liga.