Se fue Igor Lichnovsky y quedó una vacante vacía en la zaga de Cruz Azul. El puesto se lo 'pelean' Pablo Aguilar -quien viene de una lesión que lo dejó afuera de las canchas por espacio de ocho meses- y Josué Reyes, el canterano cementero que sorprendió por sus grandes actuaciones en la Copa por México.

A diferencia de lo que se pueda pensar, entre ambos 'contendientes' existe una relación de 'maestro-alumno' que aleja todo tipo de rencillas en la lucha por el puesto en el once titular. Según palabras del propio Reyes, Pablito le ha dado muchos consejos para crecer como jugador; y según el guaraní, el canterano tiene el potencial suficiente para ser importante en Cruz Azul.

"La calidad de ellos (canteranos) no se discute. Yo tengo que poner aquí un punto y aparte con Josué porque no desentonó en ningún momento. Yo le veía en las prácticas que le faltaba meter un poquito más, pero en los partidos lo hizo bastante bien y eso te deja tranquilo. Estoy muy contento por todo lo que está haciendo", refirió el experimentado defensor central.

Ante las palabras de su "mentor", Josué no tuvo más que frases de agradecimiento y espera retribuir con buenas acciones sobre el césped la confianza depositada por Aguilar. "Se me ha acercado y me ha dicho que trabaje, que luche por una oportunidad que sabe que va a llegar. Ahora estoy más motivado para seguir trabajando", confesó el canterano celeste.

La marcha de Lichnovsky, quien había fungido como pareja de Julio César Domínguez durante todo el Guard1anes, tendrá su primera prueba de fuego este sábado cuando Cruz Azul enfrente a Tigres. Muchos se inclinan a que Robert Dante Siboldi apostará por Aguilar; otros en cambio, ven muy pronto su vuelta y le dan un voto de confianza a Reyes... ajenos a estos debates, ellos siguen a lo suyo, entrenar y apoyarse.