Una de las primeras misiones que se propuso la nueva directiva de Cruz Azul, que asumió en agosto del 2020 luego de la desaparición de Guillermo Álvarez, fue limpiar la casa. El expresidente cementero, acusado de malversación de fondos, lavado de dinero y diversos delitos económicos, llevaba casi 30 años en el club y toda la gente era de su confianza.

De a poco, los nuevos altos mandos celestes se han encargado de ir renovando las directivas, las gerencias y los puestos de menor envergadura. Sin ir más lejos, al comenzar diciembre hubo una serie de despidos que implicaron que salían varias personas que fueron colaboradoras directas de Billy en el pasado.

Pero aún queda. Según reveló el periodista Carlos Córdova, "desde la Cooperativa se piensa limpiar todo lo que dejo la anterior administración y esto costará más o menos un año en los que se manejarán bajos presupuestos y se dará oportunidad a elementos de cantera, también se harán algunos intercambios".

¿El problema? Tal como explica el reportero de W Radio, al menos hasta fines de 2022 Cruz Azul no contará con presupuestos holgados para fichajes, y solamente dependerá de intercambios de jugadores o de la caja que puedan hacer según las ventas que consigan. Por esa razón, casi no habrá refuerzos en los próximos dos mercados.

A diferencia de los años anteriores, esta vez el equipo recurrirá a sus futbolistas de la Sub-20 para fortalecer al plantel. Además, la idea es desprenderse de los sueldos más altos de jugadores que no rinden y, lamentablemente, confiar en que el DT que comande al primer equipo estará bien si no le traen los fichajes que pide. Todo es culpa de Billy.