Corría el año 1997 y Cruz Azul encadenaba casi 20 años sin ser campeón de liga. Para ello, en entrenador del momento Fernando Tena pidió de forma explícita el fichaje de Héctor Adomaitis, quien se venía destacando temporada tras temporada con la playera del Santos Laguna.

Lejos de solo tener un bueno paso allí, el argentino logró ser campeón de la Liga MX y despertaba suspiros en varios equipos, aunque fue La Máquina quien logró convencerlo. Tras su llegada, el Ruso le contó en exclusiva a la redacción de Vamos Azul un interesante ida y vuelta que mantuvo con Tena, al cual recién estaba conociendo.

A mi en un momento me agarró el Flaco Tena y me dijo en la pretemporada: ‘¿Qué estás haciendo?’ Estoy entrenando le digo, ahora termino y en una hora empieza la segunda parte del entrenamiento. ‘Dejá todo y vamos a tomar un café‘, me dice. Yo preocupado, dejé todo y lo seguí, no tenía opción”, expresó.

Tras esa breve introducción, Adomaitis siguió con su relato: “Él estaba preocupado por cómo se iba a aclimatar mi familia a la Ciudad de México, y yo le digo ‘ESE ES PROBLEMA MÍO, no es problema tuyo. Quédate tranquilo que yo lo voy a arreglar. Tú insististe para que llegara al equipo, para solucionarte algo”.

Héctor Adomaitis en su paso por Cruz Azul. (JAM Media)

Héctor Adomaitis en su paso por Cruz Azul. (JAM Media)

“Alguien que jugara por la banda derecha, que volantee bien, que tenga esfuerzo, sacrificio, potencia, ida y vuelta… Pero en el tema de la casa y demás es un tema mío. La vida en el futbol es corta, hay que darle todo, le dije”. Un temple y confianza en sí mismo que hoy en día es difícil de ver, sin lugar a dudas.

Los principios de Adomaitis que lo llevaron a Cruz Azul

Uno de los grandes ídolos de La Máquina contó todo lo que cualquier futbolista debería dejar de lado para triunfar: “Jugar en este equipo no es solo firmar contrato, es conocer el club, no solo entrar a La Noria: tenés que recorrerlo, conocer las canchas, conocer al que cuida los autos, el que toma la foto, el canchero, utilero, el cocinero”.

“Al menos yo todo el tiempo que estuve ahí fue “¿Qué necesitas, Ruso”? o “‘Cómo está tu familia?” Un lado humano increíble tenía Cruz Azul. Por eso tenés que entrenar y dar lo mejor de sí, responderles a esa confianza que se le deposita cuando te van a buscar”, sentenció sobre el tema.