En la era moderna de Cruz Azul hay una etapa muy oscura en donde la institución no se encontraba a la altura de la Liga MX. A pesar de que se realizaban grandes fichajes, no existía una estructura de futbol sólida y eso generaba que temporada tras temporada se produzca un fracaso. Dicha época es conocida como la “Era Boing”, debido a que la marca de jugos era el main sponsor del club y su logo se encontraba en el pecho de la playera.
Lo cierto es que hay una gran cantidad de futbolistas con historias curiosas que pasaron por La Noria en aquella época. Sin embargo, uno de los que más llama la atención es el caso de Antonio Pedroza, delantero que nació en Chester Inglaterra, pero que tiene sangre mexicana. Aunque realizó las fuerzas básicas en Jaguares, llegó a disputar partidos con el Crystal Palace cuando todavía estaba en la segunda división inglesa.
Pedroza, más conocido como Rooney, llegó al conjunto cementero en julio del 2013 después de tener una pequeña experiencia en Morelia. Por supuesto que había muchas expectativas con su llegada debido a que había mostrado cualidades más que interesantes. Se podría decir que era una situación similar a la de Marcelo Flores, quien llegó a Tigres después de tener un corto paso por Arsenal.
La realidad es que Rooney Pedroza no se destacó tanto en La Máquina; apenas jugó 12 partidos y marcó 1 gol, aunque fue parte de la plantilla que ganó la Concachampions. Curiosamente, tiene más duelos disputados en las fuerzas básicas (21) y en Cruz Azul Hidalgo (26) que con el primer equipo. Su carrera nunca pudo despegar especialmente y al no encontrar un club que lo quiera en 2020, decidió retirarse de la actividad profesional.
Rooney Pedroza se agarró a golpes con uno de sus entrenadores
Independientemente de las cualidades futbolísticas, lo que suele tener más importancia en las etapas tempranas de los jugadores es la disciplina. Y lo concreto es que esta era una de las mayores falencias de Rooney Pedroza. Según lo que contó en una entrevista con Yosgart Gutiérrez, cuando tenía 21 años y estaba en Morelia se agarró a golpes con Carlos Bustos, el entrenador de turno.
Tony relató que el hecho sucedió después de un partido amistoso en el Estadio Morelos y es que el técnico argentino no lo estaba considerando ni como suplente. Entonces, el delantero se cansó de ser “destratado” y cuando confrontó a Bustos, la situación se llevó a un límite. En la charla con el ex portero cementero, Rooney confesó que “a partir de ese momento mi carrera se fue en picada”.