Si bien no fue la figura de encuentros anteriores, el aporte de Roberto Alvarado fue fundamental para que Cruz Azul se quedara con la Copa MX, y obtuviera, de manera personal, su segundo título en este certamen.
Por lo mismo, tras la victoria en Monterrey declaró que “desde un inicio se habló de que fuéramos un equipo ganador, un equipo campeón, todos nos nuestros compañeros nos metieron el chip (a los nuevos) y por eso es que hoy podemos decir que somos campeones”, para luego enviarle un mensaje a la afición: “hay que acostumbrarse a ganar, acostumbrarse a ser campeones”.
Sin embargo, el mejor momento de la noche para el “Piojo” llegó minutos más tarde, cuando se pudo reunir con su pareja en medio de la cancha y se enfundaron en una escena que parecía final de teleserie romántica.