Jesús Corona se está quedando solo. Lo que pareciera ser el inicio de un compilado de frasespesimistas, no es más que la realidad de Cruz Azul de cara al Clausura 2021. Y es que tras la decisión de Pablo Aguilar de no renovar su contrato con los cementeros, el equipo está obligado a reforzarse en defensa si no quiere pasar apuros el próximo semestre.
Aguilar termina su vínculo con La Máquina la próxima campaña, y en palabras del propio jugador, su deseo siempre ha estado encaminado a retirarse en su tierra natal, Paraguay, en las filas delSportivo Luqueño, club que lo vio nacer como jugador.
A la baja del zaguero guaraní se suma la ya consumada de Igor Lichnovsky, que partió a tierras árabes para enrolarse con el Al Shabab de Pedro Caixinha. El chileno estaba llamado a ser el sucesor de Aguilar en el centro de la zaga, pero una oferta mareante y desavenencias con la directiva, lo hicieron cambiar de aires.
Con la salida de ambos, solo quedarían en el plantel de los celestesJulio César Domínguez y Josué Reyes como defensores centrales puros. Otro que podría jugar esta demarcación -y que lo ha hecho en el pasado- es Luis Romo; sin embargo, para Robert Dante Siboldi el nacido en Ahomees pieza vital en el centro del campo.
Este nuevo panorama abre varios frentes para Cruz Azul,que no pensaba hacer un gasto cuantioso en el próximo mercado de pases a raíz del deterioro económico que dejó un torneo sin gente en los estadios. Con la marcha de Aguilar, sumada a la de Igor, y la ya confirmada de Jonathan Borja, además de otros que podrían salir en préstamo o por alguna oferta tentadora (Jonathan Rodríguez), se viene una ‘revolución’ en la plantilla celeste que no estaba en los planes de nadie… hasta ahora.