Dentro de la gran caravana de aficionados de Cruz Azul que se juntaron para dirigirse al Estadio Azteca para el pasado Clásico Joven, hubo un grupo que se apartó del resto para realizar un acto emotivo.

Según detalló el columnista Barra Brava en el diario El Universal, a algunos fanáticos de La Máquina que merodeaban el Estadio Azul en la previa al juego con América les vino un arranque de nostalgia y buscaron ingresar al recinto para contemplarlo.

Como había un grupo de trabajadores presentes en el lugar, producto del partido de fútbol americano entre Burros Blancos IPN y Pumas UNAM, estos aficionados, en total unos 10, llegaron un acuerdo con ellos, previo pago de 30 pesos, para poder ingresar y ver nuestra antigua casa.