El pasado jueves 28 de mayo la etiqueta #BillyÁlvarez era tendencia. En horas de esa noche se conoció que la Unidad de Inteligencia Financiera congeló las cuentas de Guillermo Álvarez, presidente de Cruz Azul, por una supuesta malversación de fondos; ahora sale a la luz una acción que podría esclarecer o no la posible implicación real del jerarca con la medida que se le acusa: Álvarez se amparó el pasado mes de abril contra una orden de aprehensión.

El vocero y abogado de la Cooperativa Cruz Azul, Jorge Hernández, confirmó dicho trámite en una llamada telefónica a MedioTiempo, y señaló que esa acción se debió por todos los conflictos que enfrenta el jerarca de La Máquina desde hace años con algunos disidentes de la Cooperativa, y no por la reciente investigación de la UIF, en donde se le acusa, entre otras cosas, de lavado de dinero.

“El año pasado en el mes de agosto hubo una toma ilegal de las instalaciones de Gran Sur. El juez séptimo determinó que fue un proceso ilegal y se tomaron las oficinas través de un fraude procesal que apenas duró 48 horas, suficientes para que estos señores sacaran de la caja de la empresa 100 millones de pesos”, señaló. 

Hernández continuó: “Si te enfrentas a un tema de corrupción de ese nivel, evidentemente tienes que tomar las precauciones que corresponden para que no te vaya a caer algo en lo particular, porque estas demandas habían venido procediendo y las han afincado en diferentes instancias para ver cuál pega. ¿A qué obedece el amparo? A tomar una acción precautoria sobre las diferentes acciones irregulares que el grupo disidente ha venido encabezando”. 

Y como si de una ironía se tratara, con todo el panorama que se ha suscitado a raíz de las acusaciones en contra de Álvarez, se recordó que en noviembre del 2019 la UIF y la Liga MX firmaron un acuerdo de colaboración en contra del lavado de dinero de los clubes de Primera División, convenio que fue firmado por el presidente de la Liga, Enrique Bonilla.