Apenas unas semanas después de que Vicente Sánchez condujera a Cruz Azul a levantar el título de Concacaf y dejara una imagen sólida como interino, Nicolás Larcamón asumió formalmente como nuevo entrenador de La Máquina. En su presentación oficial, no evitó el contexto: habló con claridad sobre la magnitud del reto y dejó una referencia directa al uruguayo.
El argentino reconoció que llega con la vara alta. “Sabía que el banco de Cruz Azul, desde el momento que Vicente dejó el cargo, iba a ser aspiración para un montón de entrenadores“, aseguró, con una frase que suena tanto a respeto como a advertencia: sabe que hereda un equipo campeón y eso, en lugar de darle margen, lo obliga a responder desde el primer día.
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Lejos de esquivar la presión, el ex DT de Puebla, León y Necaxa explicó que fue precisamente eso algo que lo sedujo del proyecto: “Sé que el título y lo que fue el desenlace del semestre pueden poner esa famosa vara en un punto de exigencia, pero me gusta el reto. Lo tomo“. Así, dejó en claro que no llega para experimentar, sino para potenciar al equipo que viene con mucho ímpetu.
Más allá de los resultados inmediatos que buscarán que entregue, la apuesta de Nicolás Larcamón está en el proceso: “El ejercicio por parte mía como entrenador no tiene que ver con ese desenlace en el camino, sino con construir un funcionamiento, un rendimiento y un Cruz Azul competitivo todos los días”.
Además, dejó claro que su ambición es a largo plazo, que no lo piensa como un peldaño -¿recado para Anselmi?-, sino como un destino. “Siento a Cruz Azul como un lugar de llegada, no como un lugar de paso para ambicionar siguientes procesos“, dijo. Y completó: “Estoy llegando a un lugar que anhelé mucho tiempo y pienso defenderlo con muchísimo laburo y una lealtad muy grande a lo que es la institución y a toda la afición”.
La emoción que expresó Nicolás Larcamón por llegar a Cruz Azul
A lo largo de la conferencia, se lo notó enfocado, agradecido y convencido. Dijo que este es el mayor desafío de su carrera y que su llegada no es una casualidad, sino el resultado de siete torneos en los que, según él mismo, validó su trabajo en la liga. Explicó que su propuesta futbolística encaja con la identidad que históricamente ha tenido Cruz Azul, y que eso fue un punto clave para que la directiva lo eligiera entre tantos candidatos.
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Larcamón sabe que no parte de cero. Toma un equipo que fue campeón hace apenas dos semanas, sucede a un técnico que conectó con el grupo y la afición, y carga sobre los hombros una expectativa que no admite pausas. Por eso su discurso busca un equilibrio: reconocer la presión sin victimizarse, prometer trabajo sin vender humo, y dejar claro que él no está aquí por lo que hizo Vicente Sánchez, pero sí consciente de lo que representa continuar su huella.
