Se podrán decir muchísimas cosas respecto de Guillermo Álvarez durante su gestión en la presidencia de Cruz Azul, pero este miércoles vimos la versión más genuina de “Billy”, tras la conquista de la Copa MX en Monterrey.

Luego del pitazo final que decretó el título para La Máquina, estuvo compartiendo con sus más cercanos, incluyendo a su hijo Robin, previo a la ceremonia de premiación, donde apareció previo a la entrega de medallas y el trofeo, fundiéndose en un emotivo abrazo con el director deportivo Ricardo Peláez, el técnico Pedro Caixinha y el plantel, donde mostró sus emociones más genuinas y estuvo al borde las lágrimas.

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Pero no fue lo único, porque ya en el vestuario visitante del Estadio BBVA Bancomer, durante la celebración íntima del plantel, los futbolistas invitaron al directivo a que fuera uno más en la fiesta y se pusiera a bailar alrededor de la Copa MX, y lo hizo con genuina alegría y emoción, lo que de inmediato generó repercusión en redes sociales.